Las fórmulas magistrales son medicamentos destinados a un paciente individualizado. Son preparadas por el Farmacéutico o bajo su dirección, para cumplimentar expresamente una
prescripción facultativa detallada de las sustancias medicinales que incluye, según las normas técnicas y científicas del arte farmacéutico. Son dispensadas en su farmacia y deben ir acompañadas del
prospecto de esa fórmula magistral individualizada, en donde se detalla la información más relevante para el paciente.
El médico prescribe las fórmulas magistrales cuando no existe un medicamento comercializado adecuado para el paciente y también cuando no se ajusta a la dosis, forma farmacéutica o
excipiente requeridos para una patología concreta.
En otras ocasiones los medicamentos dejan de comercializarse por razones puramente económicas ya que no resultan rentables para el laboratorio fabricante, por tratarse de patologías poco
frecuentes.
Estos vacíos terapéuticos son cada vez más frecuentes sobre todo en situaciones especiales como en pediatría, donde en muchos casos no se dispone del medicamento a la dosis o forma
farmacéutica adecuada para el niño y hay que recurrir a la formulación magistral.
Situación parecida ocurre en geriatría, donde en muchos casos no se dispone del medicamento adecuado para los Mayores.
También es frecuente que el veterinario no disponga del medicamento de uso veterinario ni humano adecuado para tratar las enfermedades de los animales debido a la gran variabilidad
de especies y tamaños que trata.
En todos estos casos las fórmulas magistrales pueden ser de gran utilidad.